Los fraudes pueden ser difíciles de identificar, sobre todo porque se presentan de muchas formas, pero existen dos tipos principales que debes considerar: los fraudes duros y los fraudes blandos. Los fraudes duros son actos criminales que dañan física y/o financieramente a una víctima inocente. Los fraudes suaves son exageraciones o mentiras planeadas con el objetivo de recibir un pago o disminuir una prima.
El fraude duro es un acto deliberado destinado a defraudar a una compañía de seguros. De fingir un desliz y caída a intencionalmente causar un accidente de auto, hay muchas formas en las que un fraude duro puede presentarse. Algunos ejemplos específicos de fraude duro incluyen:
- Accidentes de auto fingidos: cuando un conductor planea obligar a otro conductor a una colisión y un testigo plantado le dice a la policía que la víctima tiene la culpa.
- Robo de vehículo planeado: cuando el dueño de un automóvil tiene un socio que "roba" su auto y lo vende o destruye por partes.
- Robo a domicilio programado: cuando el dueño de casa tiene un socio que "roba" su casa, pero mantiene las pertenencias en un almacén hasta que se apruebe la reclamación del seguro.
- Doble facturación y pacientes fantasmas: cuando los proveedores de atención médica facturan a las compañías de seguros por procedimientos que nunca sucedieron o por pacientes que nunca existieron.
El fraude suave es más común que el fraude duro e implica deliberadamente exagerar o mentir para recibir un pago. El fraude suave hace más para aumentar las pólizas que el fraude duro. Algunos ejemplos específicos de fraude suave incluyen:
- Conductores que faltan por dar de alta: cuando una familia no informa a su compañía de seguros que hay dos conductores adolescentes en el hogar, no sólo mamá y papá.
- Sobre-reporte: cuando la gente infla el valor de las computadoras robadas de su hogar.
- Mentiras acerca de la ubicación: cuando las personas usan la dirección de otra persona para registrarse y asegurar su automóvil, o cuando la gente reporta conducir la mitad del número total de millas que conducen en realidad.
El fraude suave es más común que el fraude duro e implica deliberadamente exagerar o mentir para recibir un pago. El fraude suave hace más para aumentar las pólizas que el fraude duro. Algunos ejemplos específicos de fraude suave incluyen:
Conductores que faltan por dar de alta: cuando una familia no informa a su compañía de seguros que hay dos conductores adolescentes en el hogar, no sólo mamá y papá.
Sobre-reporte: cuando la gente infla el valor de las computadoras robadas de su hogar.
Mentiras acerca de la ubicación: cuando las personas usan la dirección de otra persona para registrarse y asegurar su automóvil, o cuando la gente reporta conducir la mitad del número total de millas que conducen en realidad.
Si te das cuenta de un fraude de seguro, llama al 1-800 TEL-NICB para reportarlo. Tu reporte puede ayudar a prevenir que las primas de pólizas de seguro aumenten.